Primera cosita: No sé si Whiplash es una de las mejores pelis del año, sólo sé que me sabe muy mal habérmela perdido en cines, por suerte la he podido rescatar en VOD, dónde por cierto ya está disponible para alquilarla. Hacía mucho tiempo que no disfrutaba de una peli así: una peli de personajes, que te introduce en un mundo desconocido (al menos para mí) y te lo hace apasionante.
Una historia que sólo puede ser cine por la forma en la que está contada, pero sobre todo porque persigue una sola idea y la pulsa hasta cerrarla. No me extraña nada que esté escrita y dirigida por un guionista –Damien Chazelle– ni que llegara a estar en la Black List.
Si no sabéis de qué va, echadle un ojo al tráiler:
It’s a good job.
Segunda cosita: Barcelona es una ciudad hostil con los ciudadanos y amable con los turistas. Los que vivimos aquí todo el año sabemos que el mayor obstáculo a nuestra calidad de vida es el plataner. Por alguna extraña razón han ido pasando gobiernos municipales de distinto color político y estos engendros del mal árboles han seguido destruyendo la salud de los barceloneses provocando alergias, picores y estornudos. Es un conflicto cotidiano, una guerra silenciosa con múltiples víctimas, un dolor en la médula espinal de nuestro sistema de vida del que nadie habla. Los medios apenas se hacen eco de esta beligerancia, callan mirando hacia otro lado: cómplices. Sin embargo el otro día, tuvimos nuestra crisis de los misiles cuando un plataner trató de acabar con nosotros, ya no con su polen, sino cayendo sobre nuestras cabezas.
El Plataner mata.
Tercera cosita: No olvidamos ni perdonamos que los catalanes inventaron las sardanas y los peajes. Lejos de pedir perdón ahora se les ha girado trabajo. ¿Quién piensa asumir responsabilidades y pedir disculpas públicas por haber inventado Ciudadanos? Hay que reconocer que la imagen de Rosa Díez buscando trabajo en el LinkedIn hizo que sus expectativas de voto corrieran como la espuma, pero la gracieta ha ido demasiado lejos. Si alguien tenía dudas de lo que es Ciudadanos, Carolina Punset lo ha desvelado esta semana.
Qué emotiva la falangista ciudadana del mundo.
❤️ incondicional a Whiplash que desde que la vi hace meses se convirtió en una banda sonora en mi cabeza. El jazz como la literatura son dos mundos que o apasionan o no valen la pena. Absorbentes y con una pasión que nace de algún lugar de la entrañas. Fascinante y peligroso en igual medida.
Los plátanos son quizás las palomas del mundo de los árboles, pero como se suele decir «tiene que haber de todo ¿no?» (Aunque yo siga teniendo mis dudas).
Gracias por recordarme lo maravilloso que a veces es el cine. ¡Buen domingo!