Ésta es una de mis escenas favoritas, de una de mis pelis favoritas.
No me canso de verla.
The Dark Knight es al cine de superhéroes lo que El Padrino II es al cine de mafiosos: su obra culmen. Y las dos tienen algo en común: los malos molan, los malos rules.
El Joker es la película. Tienes mi palabra.
«I am a man of my word».
Hay un montón de literatura respecto a lo atrapado que se quedó Heath Ledger después de interpretar al personaje del payaso más loco de la historia del cine. De lo mucho que Jack Nicholson le advirtió que enganchaba el personaje. De las terribles y trágicas circunstancias que rodean su muerte, su enigmático diario de rodaje, y las palabras de sus compañeros de reparto emocionados en el recuerdo de su entrega en cuerpo y alma a la interpretación.
Buceando en internet encuentras muchos de los elementos que inspiraron a Ledger.
Malcolm McDowell.
Y ahora flipad:
Tom Waits.
Cuando tengo un día flojo, salgo de la gripe o estoy deprimido, el Joker me parece un gran modelo de conducta: loco, psicópata y grunge.
«Why so serious?»