Estaba lleno de criaturas extrañas y misteriosas: aves, focas, iguanas, y toda clase de bichos. Todas estas imágenes no son de las Islas Galápagos reales, pertenecen a las Islas Galápagos de la película Master and Commander. Aunque las imágenes del sueño tampoco son exactamente de la película; son las imágenes que mi subconsciente ha generado con las imágenes que recuerdo del film.
En el sueño, en medio de una llanura, alguien había dejado olvidado un armario ropero. Era un armario anacrónico, marrón, viejo y desgastado. No sabría si ubicarlo en la época en que transcurre la película, o si es la imagen de un armario (en general) que guardo en mi cabeza. En cuanto lo he visto he notado un extrañamiento en el lenguaje onírico. Como si me diera cuenta de que el armario no pertenecía a ese lugar. Entonces, he llegado a la conclusión de que aquel armario desubicado estuviera en medio de la isla, se debía a que estaba en un sueño. En ese preciso instante, el sueño ha empezado a desvanecerse y me he despertado.
No sería mala idea tener ese don en la vida real. Poseer la facultad de detectar cosas extrañas, fuera de sitio, que no pertenecen al lugar en que se encuentran, que hiciera que automáticamente nos despertáramos del sueño en que vivimos.