Hoy he soñado con Cristopher Nolan.
Nos comíamos unos tacos mexicanos y Cristopher decía con un acento muy gracioso que su preferido era el taco de “cochinita pibil”. Después probaba unos nachos con queso, guacamole y carne picada y su pálida tez se volvía sonrosada cuando engullía un jalapeño. Después de refrescar su no-oscarizado gaznate con un buen trago de michelada me preguntaba si me iba a terminar mis quesadillas. Las cortaba por la mitad y las repartía al tiempo que le preguntaba si volvería a hacer una peli de Batman algún día. Nolan me respondía que creía haberse ganado el derecho a no rodar franquicias y dedicarse solamente al cine.
Brindamos con sendas margaritas por esa cosa antigua llamada: cine.
Después teníamos una pequeña disputa por pagar la cuenta que gané yo. Entonces se sintió en deuda conmigo y me dijo: “Enric, pídeme lo que quieras”.
-¿Lo que quiera, lo que quiera?, ¿de verdad?
-Lo que quieras, lo que quieras, de verdad… mientras no tenga que rodar una franquicia de superhéroes, pídeme lo que quieras.
Después de meditar unos instantes respondí con una sonrisa:
-Molaría que rodaras una peli al año.
-¡De acuerdo, a partir de ahora: una al año! -dijo dando un brinco y riéndose, para después añadir con su acento gracioso-: Pinche wey.