Después del traumático rodaje del cortometraje 2037, el cómico Berto Romero abandona la interpretación.
Entre lágrimas ha declarado haber tenido una epifanía: «no soy gracioso, mis chistes no funcionan, quiero irme a casa».
A la pregunta de qué hará a partir de ahora con su vida su respuesta ha sido contundente: «No lo sé, no lo he pensado, no me agobies… gastarme todo el dinero que he ganado con el corto en algún juguete, yo soy así. Igual me compro una cámara».
-¿Me la puedo llevar?
-Berto, es alquilada.
-Entonces me la puedo llevar, ¿no?