«Como un médico, un librero, o un dealer, hay que tener un stripper de cabecera», Enric Pardo.
«¿En serio, vas a llamar a una stripper teniéndome aquí desnuda? No tienes fondo Pardo».
Los strippers realizan una gran labor social. De hecho voy a seguir guardando mi dinero debajo del colchón hasta que un banco introduzca en su obra social la protección de este colectivo.
¿Nos desnudamos?
Porque no hay nada más bonito que ver a un ser humano quitándose la ropa. Ahora que hay escuelas universitarias de todo, postgrados de todo, másters de todo, ¿hay alguna escuela de strippers? Y como ocurre en las escuelas de peluquería, ¿si te corta el pelo el aprendiz te cobran menos?
Quiero que me baile el aprendiz.
La gente tiene muchos prejuicios. Creen que si te ganas la vida bailando y quitándote la ropa no tienes alma. Eso es mentira. Científicos australianos han demostrado que los asistentes al Mobile World Congress son los que no tienen alma.
Hola, soy Mark Zuckerberg y no me importa una mierda no tener alma. Puedo comprarme una cuando quiera.
Los strippers suelen ser gente sensible, refinada y culta. El problema es que sólo les pedimos que nos bailen y se quiten la ropa al ritmo de música horrorosa que nos puede hacer estallar la vena de la cabeza.
Nayara y yo ganamos una vez juntos al trivial.
Porque sí, amigos, hay que darles una oportunidad a los strippers. Si los tratas con humanidad ellos te devuelven lo que les das multiplicado por mil. Y además se quitan la ropa sensualmente si se lo pides.
Toni es un experto en Proust. Ahora sale con mi hermana.
James y yo fuimos juntos a ver «The Dark Knight Rises». Me explicó lo de la tabla rasa y por qué el giro del segundo acto no termina de funcionar. Ahora sale con mi otra hermana.
Loretta me enseñó la diferencia entra la época rosa y la azul de Picasso. Ahora sale con mi hermano.
Claudio y yo salíamos a correr. Ahora es el mejor amigo de mi padre. Le hace la declaración de la renta y le sale a devolver.
Hay mucha gente que oculta su condición de strippers. Tienen una doble vida, su verdadera vocación es bailar y desnudarse, pero la sociedad no les tolera, por eso buscan otra ocupación para ser respetados.
Berto no quiere hacer cine y televisión, lo que de verdad le mola es bailar claqué y desnudarse. Esto es verdad.
Incluso gente que no te lo esperarías jamás, se visten de mujer y se desnudan cuando no miras.
¡Nunca dirías de quiénes son estos culos!
Sí, de Miki Esparbé y Paco Caballero. Escriben libros para que la gente les acepte. Mucho talento desperdiciado.
Y sí, la verdadera vocación de Enric Pardo es bailar quitándose la ropa al ritmo de cualquier preciosa melodía de Georgie Dann.
«Hola, soy Enric Pardo y escribo mis Microcuentos desnudo».
¿Qué quiero decir con todo esto? Que nadie es lo que parece. Que la gente guarda dentro de sí mismo muchos yo-mismos. Que lo bonito de la vida es darle una oportunidad a la gente y que te puedan sorprender. Y si además se desnudan y bailan para ti, ¿no es maravilloso?
-De mayor quiero bailar.
-Eres igualita que tu madre.
-Y quitarme la ropa.
-Eres igualita que tu madre.
Y hasta aquí nuestra recomedación de esta semana en “Cosas que hacer en Barcelona sin salir de casa”.
Aunque recuerda: siempre es mejor hacer el amor outdoor.