En su bolso nunca faltaban toallitas desmaquillantes, una braguitas de repuesto y una Smith & Wesson con un cañón de 89 mm.
Disparar
Microcuento de hoy
Redescubrió el placer de abrir una cerveza en su coche y disparar a sus vecinos en hora punta escuchando Una furtiva lagrima.